Considerado como un santo y mártir por la Iglesia Católica, Valentín fue un obispo que vivió en el siglo III, en un momento en el Imperio Romano era hostil al cristianismo. En ese tiempo, el emperador Claudio II decretó la prohibición de los matrimonios por la simple razón de que los hombres solteros eran mejores soldados. El obispo Valentín, desobedeciendo las órdenes del emperador, continuó oficiando obispo el matrimonio de numerosas parejas. Durante mucho tiempo continuó con las celebraciones, aunque fuera de forma clandestina. Lo castigaron con la prisión y en su cautiverio, empezó a recibir cartas de agradecimiento de las parejas que celebraron el matrimonio por él. Algún tiempo después, Valentín fue condenado a muerte. En el año 496, el papa Gelasio canonizó a San Valentín y lo propuso como patrón de los enamorados. Hoy, recordando su nombre celebramos el 𝑫𝒊𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝒂𝒎𝒐𝒓 𝒚 𝒍𝒂 𝒂𝒎𝒊𝒔𝒕𝒂𝒅
0 comentarios